Es una técnica de diagnóstico que consiste en la introducción de un tubo óptico dentro de la cavidad abdominal, lo que permite la visión directa de los órganos y la toma de muestras para biopsia si fuese necesario.
Requiere una o varias incisiones de 5-10 mm. La suelen realizar ginecólogos y cirujanos. Su uso es cada vez más frecuente, y ha sustituido a las intervenciones quirúrgicas con grandes incisiones para el diagnóstico abdominal (laparotomías exploradoras).
Requiere anestesia general en quirófano. A través de una aguja de punción se inyecta dióxido carbónico en la cavidad abdominal, que se distiende. Se crea un espacio entre la pared anterior del abdomen y las vísceras que permite explorar la cavidad y maniobrar con instrumental médico.
A través de una incisión de 10 mm en la región del ombligo se introduce un laparoscopio. Es un tubo óptico conectado a una fuente de luz y a un sistema de vídeo, lo cual permite transmitir imágenes del interior del abdomen hasta los monitores situados en el quirófano.
Dependiendo de la necesidad de exploración o biopsia, pueden realizarse otras incisiones más pequeñas, de 5mm, para la introducción de instrumental.
En general puede ser necesario realizar una laparoscopia cuando las pruebas radiológicas del abdomen (ecografía, tomografía axial computarizada TAC, resonancia magnética) no permiten llegar a un diagnóstico.
La laparoscopia es útil para el diagnóstico en las siguientes situaciones:
Puede realizarse en régimen de cirugía mayor ambulatoria o de corta estancia, con hospitalizaciones de 24 a 48 horas. Durante las primeras horas puede existir dolor leve en la espalda extendido a los hombros, consecuencia de la distensión abdominal. La alimentación oral se inicia pocas horas después del procedimiento. La reincorporación a las actividades habituales se realiza entre 1-2 semanas después.
Ninguna intervención quirúrgica está totalmente exenta de riesgo. El riesgo de la anestesia general es muy bajo en pacientes que no tienen mal estado general o contraindicaciones.
Los riesgos propios de la laparoscopia son excepcionales: lesión del intestino o de algún vaso (arteria o vena) dentro del abdomen, con la punción. Complicaciones menores son: sangrado y hematoma en los orificios de entrada de los instrumentos.
Dr. Juan Carlos Montero Y.
Cirujano Digestivo y Bariátrico